Mis queridos amigos, que bonita tarde nostálgica hemos tenido. Me da gusto saber que los he hecho recordar, las tardes de lluvia me ponen melancólica y pues ha surgido este verso. Todos sus escritos son absolutamente maravillosos, preciosos. Los he sentido profundamente. Muchas gracias, Julie querida tus vídeos son tan perfectos para estas reuniones que los he puesto en cada uno de las publicaciones de #caféconlosamigos. Siempre agradecida por su presencia cada jueves.

El aroma a café
hoy me envuelve
con tu recuerdo.
Una invisible capa
de pensamientos,
en tiempo separados,
ahora bullen unidos.

Mágica es esta poción
que, solo con su olor,
alivia nuestra aflicción
como un filtro de Amor.

JM Vanjav

Soplan aires de esperanza,
donde el amor llega al amanecer
y se va antes de llegar el ocaso.

Entre tanto miro como sube el humo
de mi taza café,
despacio hacía el techo,
dibujando corazones,
y flores de espuma blanca
que se diluyen en la oscuridad.

Se mezclan sabores de mescolanza
dejando tras de si el tiempo apagado,
entre tizones negros brilla
una pequeña ascua de refulgente luz.

Antonio Caro Escobar

Soplan aires de esperanza,
donde el amor llega al amanecer
y se va antes de llegar el ocaso.

Entre tanto miro como sube el humo
de mi taza café,
despacio hacía el techo,
dibujando corazones,
y flores de espuma blanca
que se diluyen en la oscuridad.

Se mezclan sabores de mescolanza
dejando tras de si el tiempo apagado,
entre tizones negros brilla
una pequeña ascua de refulgente luz.

Julie Sopetrán

Café en tacita de peltre
Galletas de animalito sobre la mesa
Cuando nos cuidábamos menos de lo que tocábamos
No existía la sana distancia
Recuerdo
La infancia que mi madre recordaba
Recuerdo cómo la imaginaba al escucharla
Aguaseñora
El pozo
Las parras de uva y el limonero
El sembradío
Los nopales rebosantes de tunas y el río
Todavía a sus casi 60 se mete al río durante el temporal
Entra con ropa
Como cuando era niña
La veo y recuerdo
Cómo imaginaba sus historias
La pienso
A mi bella madre
Mientras bebo mi café en esta tarde
De lluvia.

Isaí

El café de mis abuelos
es de otros tiempos,
donde las horas
eran eternas,
con el fuego de un brasero
como fiel compañero.

El aroma del sur
vuelve como ave extinta,
sus alas de momentos,
su mirada de nostalgia,
toda una fotografía
con un fuerte sabor.

Dos cucharadas de café,
una de azúcar,
las manos curtidas
con la tetera ardiendo,
mas una hermosa sonrisa
cubriendo la tristeza
de mis abuelos
desde el cielo.

Poetas Nuevos